La misma basura en distinta bolsa.
Por aquello de "separar para reciclar" coloco mis desperdicios en distintos lugares: hay que ser cívico.
Al arrojar la porquería a su sitio legítimo, me acordé de la última euroimbecilidad: La de Gabriele Pauli, una política alemana que ha propuesto que el matrimonio dure siete años, al cabo de los cuales se resolvería o podrían renovarse los votos.
Por higiene mental, espero con Fe que los que no se renueven sean los votos de la CSU, partido bávaro plagado de indigentes mentales/morales como la eurodiputada de referencia. SPD, FPD, CDU, CSU... separar para reciclar. Incluso estos puedan servir para algo tan noble como la basura que se regenera.
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