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Spengler o la Decadencia de Occidente.

Han pasado ya siete décadas o más, desde que un pensador como Oswald Spengler reflejara la decadencia de la civilización, haciendo referencia a las revoluciones que juntan su poder contra Occidente. La receta para salir de la enfermedad del siglo era la de siempre, un pelotón de soldados.

Pasadas tantas cosas ahora no saldría ni un pelotón de "oenegeros" a salvar a la Humanidad. Las subvenciones y los cooperantes primero. Nada más hay que ver lo que hacía en Chad una "Organización No Gubernamental" (1) dedicada al comercio de esa materia tan apetecida por los burgueses europeos: los niños.

Del otro lado, otra entidad "benéfica", se dedica a matar bebés y a convertirlos en materia de salchichas que van por el desagüe de la indiferencia (y del alcantarillado municipal de Madrid). Eso sí, las clínicas imputadas en el genocidio no son ONG`s, sino negocios bien lucrativos de los que viven una serie de parásitos dañinos implicados en la política local madrileña. La coalición IU engrosa su dinero burgués y sucio con el crimen del aborto, y parece que se le da muy bien.

Ahora que la cosa no acaba aquí. La "Asociación Internacional de Médicos Progresistas" celebra que se impida el dar un cachete a los niños", lo que según ellos estaba implícito en el Código Civil hasta fines de este 2007, al entender la ley que se permitía corregir razonablemente a los hijos". No, corregir, no, pero abortar sí. Y como los viejos son dos veces niños, marchando una ración de eutanasia, o sea, herencia por la vía rápida.

Occidente es decadente, pero lo es más desde que el timón lo lleva una escoria patibularia mezcla de asesinos, oligofrénicos e inmorales.

¿Dónde está el pelotón de Spengler? 

 (1)Nota: Dicho acrónimo puede ser reivindicado también por la ´ndrangheta u otras asociaciones y logias igual de honorables, por lo que ya se ha inutilizado el vehículo de la solidaridad social en beneficio de los mangantes y en perjuicio de quienes necesitan ayuda.

1 comentario

antoniomarco85 -

Felicidades. Me ha encantado el enfoque dado a este tema. Simplemente, quisiera añadir que, efectivamente, la increíble pasividad social ante un tema tan absolutamente trascendente como es el aborto es para mí un síntoma clarísimo de decadencia.Sin embargo, no estoy de acuerdo con respecto al comentario hecho sobre Spengler. Lo que el filósofo de Blankenburg quiso decir es que a la cultura occidental no le quedará más remedio en un futuro que transformarse en Imperio. Cierto es que en la antigua Roma ya se notó la "decadencia del espíritu heroico" en la época de Polibio, pero eso no evitó el auge del cesarismo.
Con respecto al tema del aborto, para mí la imagen de un varón de hoy, al que le da mucha mayor importancia al tema de la calvicie que al aborto, sencillamente LO DICE TODO.